Al llegar te sientes que no estás dentro de la CIudad de Panamá por lo silencioso y verde, y por su arquitectura europea.
La distribución del residencial, áreas verdes, árboles y palmeras, así como sus muchas amenidades brindan un ambiente muy relajado y de comunidad, casi como si estuvieras de vacaciones pero en tu propia residencia.
Levantarse con el canto de múltiples especies de aves todos los días, y poder ver diariamente muchas especies de animales en su estado silvestre a solo unos cuantos metros, es realmente un privilegio.
¡Como familia nos sentimos muy felices de vivir aquí!
Familia Massiah – Rodriguez